"Hablar con las manos"
La comunicación no verbal (1973)
Es una antigua broma decir que "Fulano
quedaría mudo si se le ataran las manos". Sin embargo es cierto que todos
estaríamos bastante incómodos si nos forzaran a no realizar los pequeños
movimientos con que acompañamos e ilustramos nuestras palabras.
La mayoría de las personas son conscientes
del movimiento de las manos de los demás, pero en general lo ignoran, dando por
sentado que no se trata más que de gestos sin sentido. Sin embargo los gestos
comunican. A veces contribuyen a esclarecer, especialmente cuando el mensaje
verbal no es claro. En otros momentos, pueden revelar emociones de manera
involuntaria. Las manos fuertemente apretadas o las que juguetean constituyen
claves sobre la tensión que otras personas pueden notar en nosotros. Un gesto
puede ser tan evidentemente funcional, que su sentido exacto es inconfundible.
En una película, experimental, una mujer se cubría los ojos cada vez que
hablaba de algo que la avergonzaba..
Algunos de los gestos más comunes están
íntimamente relacionados con el lenguaje, como formas de ilustrar o enfatizar
lo que se dice. Hay gestos que señalan ciertas cosas y otros que sugieren
distancias. "Se acercó un tanto así..." o direcciones: "Debemos
movernos más allá". Algunos representan un movimiento corporal (blandir el
puño o hacer juegos malabares) y otros delinean una forma o tamaño en el aire.
Otros gestos subrayan las etapas durante el desarrollo de una narración:
"Entonces se sentó y entonces dijo..."
Cada individuo posee su propio estilo de
gesticular y en cierto modo el estilo de una persona revela su cultura. En Estados
Unidos, los gestos frecuentemente revelan el origen étnico de un individuo ya
que cada cultura posee sus propios movimientos corporales, distintivos, y el
estilo es más persistente que un "acento" extranjero o un dialecto.
Los expertos creen que en los Estados Unidos los gestos étnicos se transmiten a
menudo hasta la tercera generación; por ejemplo, los miembros de una familia
del Sur de Italia que han vivido en los Estados Unidos durante tres
generaciones, todavía se mueven con la expansividad y ampulosidad que es común
a los italianos. (…)
De la misma manera que cada cultura posee
su propio estilo de movimientos característicos, también tiene su repertorio de
emblemas. Un "emblema" es un movimiento corporal que posee un
significado preconcebido, como el gesto de "hacer dedo" en la ruta o
el gesto de cortar la garganta.
Paul Ekman, en un trabajo paralelo a su
investigación sobre la expresión facial, ha efectuado otra investigación sobre
emblemas que resultan universales a toda la humanidad. Después de trabajar en
Japón, en Argentina y en la tribu Fore de Nueva Guinea, ha encontrado hasta
ahora entre diez y veinte emblemas que posiblemente son universales. Es decir,
que en estas tres culturas totalmente divergentes el mismo movimiento corporal
implica igual mensaje.
Un claro ejemplo es el del sueño, que se
indica inclinando la cabeza y apoyando la mejilla sobre una mano. Otro es el
emblema de estar satisfecho, que se representa poniendo una mano sobre el
estómago, palmeándolo suavemente o masajeándolo. Ekman piensa que estos gestos
son universales debido a lo limitado de la anatomía humana. Cuando la
musculatura permite realizar una acción en más de una forma, existen
diferencias culturales en los emblemas. Por ejemplo, a pesar de que el emblema
de comer siempre involucra el movimiento de llevarse la mano a la boca, en
Japón, una mano sostiene un tazón imaginario a la altura del mentón, mientras
que la otra lleva una imaginaria comida a la boca; en Nueva Guinea, en cambio,
donde la gente come sentada en el suelo, la mano se estira a lo largo del
brazo, levanta un bocadillo imaginario y lo lleva a la boca. En la Argentina,
el emblema del suicidio consiste en llevarse la mano en forma de pistola a la
sien; en Japón, es la pantomima de abrirse el vientre mediante el hara-kiri.
Algunas veces las diferentes culturas
emplean los mismos emblemas, pero con un significado totalmente diferente.
Sacar la lengua es considerado una señal de mala educación, entre nuestros
niños, pero en el sur de China moderna, una rápida exhibición de la lengua
significa turbación; en el Tibet, representa una señal de educada cortesía, y
los habitantes de las islas Marquesas sacan la lengua para negar.(…)
Cuando una persona gesticula, se da cuenta
sólo periféricamente de que lo hace. Es más consciente del movimiento de las
manos de la otra persona, pero en general, se fija más en el rostro que en
ellas.
Sin embargo, las manos están
maravillosamente articuladas. Se pueden lograr setecientas mil posiciones
diferentes, usando combinaciones de movimientos del brazo, de la muñeca y de
los dedos. El profesor Edward A. Adams, de la Universidad del Estado de
Pensilvania ha notado que: "Los movimientos de las manos también son
económicos, rápidos de emplear y pueden ejecutarse con mayor velocidad que el
lenguaje hablado." A través de la historia ha habido lenguajes por señales
que realmente reemplazaron a las palabras. Efectivamente, algunos científicos
sugieren que el primitivo lenguaje del hombre era por señas. Aseguran también
que el hombre aprende el lenguaje de los gestos con toda facilidad. Los niños
sordomudos inventan rápidamente su propio sistema de comunicación si no se les
enseña uno preestablecido.
Sin embargo, en nuestros días hablamos con
nuestra lengua más que con nuestras manos, obviamente es la mejor manera de
hacerlo. La voz humana es capaz de lograr muchos matices ricos y sutiles y la
persona que habla gesticulando con las manos, necesariamente dejará de hacerlo
si necesita emplearlas en otros menesteres. Aun así, la gesticulación transmite
muchas cosas. Sirve de clave a la tensión de un individuo; puede ayudar a
precisar su origen étnico, y representa una manera directa de expresión de la
personalidad.