Dulcinea del Toboso

(1922-1998)

 Leyó tantas novelas que terminó perdiendo la razón. Se hacía llamar Dulcinea del Toboso (en realidad se llamaba Aldonza Lorenzo), se creía princesa (era hija de aldeanos), se imaginaba joven y hermosa (tenía cuarenta años y la cara picada de viruelas). Finalmente se inventó un enamorado al que le dio el nombre de don Quijote de la Mancha. Decía que don Quijote había partido hacia remotos reinos en busca de aventuras y peligros, tanto como para hacer méritos y, a la vuelta, poder casarse con una dama de tanto copete como ella. Se pasaba todo el tiempo asomada a la ventana esperando el regreso del inexistente caballero. Alonso Quijano, un pobre diablo que la amaba, ideó hacerse pasar por don Quijote. Vistió una vieja armadura, montó en su rocín y salió a los caminos a repetir las hazañas que Dulcinea atribuía a su galán. Cuando, seguro del éxito de su estratagema, volvió al Toboso, Dulcinea había muerto.

Entradas populares de este blog

"El diccionario de Coll"

"El dueño de la luna"

"La ajorca de oro"

Soneto XI: "Hermosas ninfas, que, en el río metidas..."

V: "Lo que sucedió a una zorra con un cuervo que tenia un pedazo de queso en el pico"

Condiciones que ha de tener la mujer para ser bella

Soneto V: "Escrito está en mi alma vuestro gesto..."

La dama del velo blanco

"Fe de vida"

"Canción del pirata"