La Cenicienta
Roald Dahl (1916-1990) Cuentos en verso para niños perversos (1982) "¡Si ya nos la sabemos de memoria!", diréis. Y, sin embargo, de esta historia tenéis una versión falsificada, rosada, tonta, cursi, azucarada, que alguien con la mollera un poco rancia consideró mejor para la infancia... El lío se organiza en el momento en que las Hermanastras de este cuento se marchan a Palacio y la pequeña se queda en la bodega a partir leña. Allí, entre los ratones llora y grita, golpea la pared, se desgañita: "¡Quiero salir de aquí! ¡Malditas brujas! ¡¡Os arrancaré el moño por granujas!!". Y así hasta que por fin asoma el Hada por el encierro en el que está su ahijada. "¿Qué puedo hacer por ti, Ceny querida? ¿Por qué gritas así? ¿Tan mala vida te dan esas lechuzas?". "¡Frita estoy porque ellas van al baile y yo no voy!". La chica patalea furibunda: "¡Pues yo también iré a