"Misterios informáticos"
La Vanguardia, 4/11/2002
Que los seres
humanos tenemos una tendencia natural al animismo es algo que hemos comprobado
personalmente todos los que, siendo unos zotes para la informática, nos vemos
obligados a trabajar con un ordenador. Si además somos de otra generación, y de
letras, para qué les voy a contar… Ya para empezar, eso del “PC” no nos suena a
“personal computer”, sino a otra cosa que no diremos para que no se nos vea el
plumero paleolítico, y que conocíamos en distintas variantes: PCE, PCI, PCF,
PCUS… Cuando se habla de “iconos”, vemos -juro que sin querer- madera y oro
viejo, incienso y velas. El “servidor” se nos aparece vestido con un chaleco a
rayas, tendiéndonos una bandeja con bebidas… “Navegar” nos entusiasma: viento
en popa a toda vela, no surca el mar sino vuela el velero bergantín… El
“explorador de Windows”, tocado con salacot, se mete, volando, por las
ventanas; el “controlador de bus” lleva gorra de plato y pone multas; el
“concentrador de raíz” es un brebaje contra el mal de ojo… La “memoria” y el
“destino” nos sumen en meditaciones metafísicas. “Chip” nos suena a patata
frita, la “memoria RAM”, a leche desnatada; una “dirección pop” será verde y
naranja, con pies descalzos y flores en el pelo, y “pinchar la pestaña”, un
método refinado de tortura… La lista de los programas la confundimos con la de
los reyes godos: Adobe, Chindasvinto, Epson, Excel, Kazoo, Flash Path, Quick
Stitch, Readme, Recaredo, Wamba, Win Zip y Don Rodrigo. ¿Y qué decir de los
“virus”, sino que si por nosotros fuera, correríamos a por un termómetro y una
taza de leche muy caliente con miel, coñac y limón?… Si el servicio técnico del
antivirus Panda nos explica que “las variantes del Klez pueden ser más o menos
dañinas”, nos imaginamos a Klez-A como un animal pequeño, pero de dientes
afilados, royendo las entrañas de nuestro ordenador; a Klez-B como una cabeza
de león rugiente que apareciendo de pronto en la pantalla se zampará los iconos
a dentelladas, empezando por el del antivirus Panda, del que dejará las orejas,
para advertencia y escarmiento de antivirus gallitos; a Klez-C como el mismo
león, pero tridimensional y estéreo, que rugiendo saltará de la pantalla afuera
y no dejará de la usuaria más que los huesos, mondos y lirondos, desparramados
por encima del teclado…
Total, como no
podía seguir así, he contratado clases particulares. La profesora es una chica
inteligente. Empezó muy seria hablándome de sistemas operativos, memoria ROM y
memoria RAM, microprocesador y placa base. Al cabo de un rato, viendo la cara
que yo ponía, creo que comprendió. Cambió de táctica. Ahora me explica que el
sistema operativo (o la placa base, el ram, el rom, en fin, algo así) es como
un director de orquesta, y que lo malo es que a veces el chip (o el rom, el
ram, el zip, ahora no caigo) desafina; que el problema que tiene mi ordenador
es que el chip no es que sea totalmente incompatible con el quick, el win y el
pick, pero no se llevan del todo bien: es como si te pones, me explica, un
sombrero verde loden con zapatos turquesa y abrigo pistacho, que no es que
desentonen, pero tampoco combinan; y que un sistema operativo necesita los
programas igual que una mayonesa necesita el aceite. ¡Por fin, alguien que me
comprende!