"Proverbios y cantares-II" (Fragmentos)

(Finales del XIX- Principios del XX)
Nuevas Canciones (1917-1930)



I
El ojo que ves no es
ojo porque tú lo veas; 
es ojo porque te ve

II
Para dialogar, 
preguntad, primero; 
después... escuchad. 

IV
Mas busca en tu espejo al otro, 
al otro que va contigo. 

V
Entre el vivir y el soñar
hay una tercera cosa. 
Adivínala. 

VIII
Hoy es siempre todavía. 



XIV
Nunca traces tu frontera, 
ni cuides de tu perfil; 
todo eso es cosa de fuera. 

XV
Busca a tu complementario, 
que marcha siempre contigo, 
y suele ser tu contrario. 

XVI
Si vino la primavera, 
volad a las flores; 
no chupéis cera. 

XVII
En mi soledad
he visto cosas muy claras, 
que no son verdad.

XIX
A la vera del camino
hay una fuente de piedra, 
y un cantarillo de barro
-glu-glu- que nadie se lleva


XX
Adivina adivinanza, 
que quieren decir la fuente, 
el cantarillo y el agua. 

XXI
...Pero yo he visto beber
hasta en los charcos del suelo. 
Caprichos tiene la sed... 

XXIV
Despacito y buena letra: 
el hacer las cosas bien
importa más que el hacerlas. 

XXXVI
No es el yo fundamental
eso que busca el poeta, 
sino el tú esencial.

XXXIX
Busca en tu prójimo espejo; 
pero no para afeitarte, 
ni para teñirte el pelo. 

XL
Los ojos por que suspiras, 
sábelo bien, 
los ojos en que te miras
son ojos porque te ven. 

XLI
-Ya se oyen palabras viejas. 
-Pues aguzad las orejas. 

XLIII
Dijo otra verdad: 
busca el tú que nunca es tuyo
ni puede serlo jamás

XLVII
Autores, la escena acaba
con un dogma de teatro: 
En el principio era la máscara

LXIX
¿Dijiste media verdad? 
Dirán que mientes dos veces
si dices la otra mitad

LI
Demos tiempo al tiempo: 
para que el vaso rebose
hay que llenarlo primero

LIII
Tras el vivir y el soñar, 
está lo que más importa: 
despertar. 

LVIII
Creí mi hogar apagado
y revolví la ceniza... 
Me quemé la mano. 

LXIV
¿Conoces los invisibles
hiladores de los sueños? 
Son dos: la verde esperanza
y el torvo miedo. 
Apuesta tienen de quien
hile más y más ligero, 
ella, su copo dorado; 
el, su copo negro. 
Con el hilo que nos dan
tejemos, cuando tejemos

LXVI
Poned atención: 
un corazón solitario
no es un corazón. 

LXVII
Abejas, cantores, 
no a la miel, sino a las flores. 


LXVIII
Todo necio
confunde valor y precio. 

LXXXI
Si vivir es bueno, 
es mejor soñar, 
y mejor que todo, 
madre, despertar

LXXXII
No el sol, sino la campana, 
cuando te despierta, es
lo mejor de la mañana. 

LXXXV
¿Tu verdad? No, la Verdad, 
y ven conmigo a buscarla. 
La tuya, guárdatela. 

LXXXVI
Tengo a mis amigos
en mi soledad; 
cuando estoy con ellos
¡que lejos están! 

XCII
Dijo el árbol: teme al hacha, 
palo clavado en el suelo: 
contigo la poda es tala. 

XCIV
Doy consejo a fuer de viejo: 
nunca sigas mi consejo

XCV
Pero tampoco es razón desdeñar
consejo que es confesión. 

XCVIII
Tu profecía, poeta. 
-Mañana hablaran los mudos: 
el corazón y la piedra. 

XCIX
-¿Mas el arte?... 
-Es puro juego, 
que es igual a pura vida, 
que es igual a puro fuego. 
Veréis el ascua encendida




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