La muerte de Max Estrella y el nacimiento del Esperpento
Luces de Bohemia (1924)
Rinconada en costanilla y una iglesia barroca por
fondo. Sobre las campanas negras, la luna clara. DON LATINO y MAX ESTRELLA
filosofan sentados en el quicio de una puerta. A lo largo de su coloquio, se
torna lívido el cielo. En el alero de la iglesia pían algunos pájaros. Remotos
albores de amanecida. Ya se han ido los serenos, pero aún están las puertas
cerradas. Despiertan las porteras.
MAX: ¿Debe estar amaneciendo?
DON LATINO: Así es.
MAX: ¡Y que frío!
DON LATINO: Vamos a dar unos pasos.
MAX: Ayúdame, que no puedo
levantarme. ¡Estoy aterido!
DON LATINO: ¡Mira que haber empeñado
la capa!
MAX: Préstame tu carrik, Latino.
DON LATINO: ¡Max, eres fantástico!
MAX: Ayúdame a ponerme en pie.
DON LATINO: ¡Arriba, carcunda!
MAX: ¡No me tengo!
DON LATINO: ¡Qué tuno eres!
MAX: ¡Idiota!
DON LATINO: ¡La verdad es que tienes
una fisonomía algo rara!
MAX: ¡Don Latino de Hispalis,
grotesco personaje, te inmortalizaré en una novela!
DON LATINO: Una tragedia, Max.
MAX: La tragedia nuestra no es
tragedia.
DON LATINO: ¡Pues algo será!
MAX: El Esperpento.
DON LATINO: No tuerzas la boca, Max.
MAX: ¡Me estoy helando!
DON LATINO: Levántate. Vamos a
caminar.
MAX: No puedo.
DON LATINO: Deja esa farsa. Vamos a
caminar.
MAX: Échame el aliento. ¿Adónde te
has ído, Latino?
DON LATINO: Estoy a tu lado.
MAX: Como te has convertido en buey,
no podía reconocerte. Échame el aliento, ilustre buey del pesebre belenita.
¡Muge, Latino! Tú eres el cabestro, y si muges vendrá el Buey Apis. Lo
torearemos.
DON LATINO: Me estás asustando. Debías
dejar esa broma.
MAX: Los ultraístas son unos
farsantes. El esperpentismo lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a
pasearse en el callejón del Gato.
DON LATINO: ¡Estás completamente
curda!
MAX: Los héroes clásicos reflejados
en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida
española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada.
DON LATINO: ¡Miau! ¡Te estás
contagiando!
MAX: España es una deformación
grotesca de la civilización europea.
DON LATINO: ¡Pudiera! Yo me inhibo.
MAX: Las imágenes más bellas en un
espejo cóncavo son absurdas.
DON LATINO: Conforme. Pero a mí me
divierte mirarme en los espejos de la calle del Gato.
MAX: Y a mí. La deformación deja de
serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta, Mi estética actual es
transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas.
DON LATINO: ¿Y dónde está el espejo?
MAX: En el fondo del vaso.
DON LATINO: ¡Eres genial! ¡Me quito
el cráneo!
MAX: Latino, deformemos la expresión
en el mismo espejo que nos deforma las caras y toda la vida miserable de
España.
DON LATINO: Nos mudaremos al
callejón del Gato.
MAX: Vamos a ver qué palacio está
desalquilado. Arrímame a la pared. ¡Sacúdeme!
DON LATINO: No tuerzas la boca.
MAX: Es nervioso. ¡Ni me entero!
DON LATINO: ¡Te traes una guasa!
MAX: Préstame tu carrik.
DON LATINO: ¡Mira cómo me he quedado
de un aire!
MAX: No me siento las manos y me
duelen las uñas. ¡Estoy muy malo!
DON LATINO: Quieres conmoverme, para
luego tomarme la coleta.
MAX: Idiota, llévame a la puerta de
mi casa y déjame morir en paz.