"Romance del Duero"

(1896-1987)



Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja, 
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha,
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada,

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Entradas populares de este blog

"El dueño de la luna"

Soneto V: "Escrito está en mi alma vuestro gesto..."

Soneto XI: "Hermosas ninfas, que, en el río metidas..."

Madrid revisa el suicidio de un menor por un posible acoso escolar

"Mar"

La Celestina: acto XII: Muerte de Celestina

Soneto XIII: "A Dafne ya los brazos le crecían..."

Primera entrevista de Celestina con Melibea (adaptación)

"Yo voy soñando caminos..."

II: "Lo que sucedió a un hombre bueno con su hijo"